Ana Lucía Martínez, encantada con los desafíos de la selección femenina de Guatemala

Ana Lucía Martínez, encantada con los desafíos de la selección femenina de Guatemala

La selección femenina de Guatemala iniciará en noviembre las clasificatorias para el Campeonato W de la CONCACAF.
Ana Lucía Martínez a la derecha de la selección de Guatemala, celebra después de anotar en las clasificatorias Olímpicas Femenina de Concacaf.

CIUDAD GUATEMALA, Guatemala.- La selección femenina de Guatemala iniciará en noviembre las clasificatorias para el Campeonato W de la CONCACAF.

Al mismo tiempo,  buscará la clasificación al Mundial Femenino de la FIFA Australia y Nueva Zelanda 2023, y de los Juegos Olímpicos de París 2024. Toda esa agenda, llena de motivación a Ana Lucía Martínez integrante de la selección guatemalteca.

La selección de Guatemala integra el grupo B junto a Costa Rica (cabeza de serie), San Cristóbal y Nieves, Islas Vírgenes Estadounidenses y Curazao.

Para Ana Lucía enfrentar a rivales caribeñas es una gran oportunidad pues casi nunca lo hacen, así como a Costa Rica, a la que le tiene respeto pues asegura es el más fuerte del grupo.


Ana Lucía Martínez es una de las jugadores más experimentadas de la selección femenina de Guatemala y desde joven, sabe lo que son las competencias internacionales. 

“Estamos emocionadas por el formato y que vamos a tener más partidos. Lo complicado es que solo avanza un equipo, pero pelearemos siempre”, dice Martínez, quien considera que la preparación será la clave para poder enfrentar el torneo.

La referente de la Bicolor confiesa que hay un grupo muy unido, y con jugadoras que sueñan con hacerse profesionales y dedicarse por completo al deporte, pues algunas tienen que trabajar o estudiar y eso hace un poco más complicada la preparación.


La disciplina y trabajo fuerte la han llevado a jugar en el extranjero. 

“Hay mucha gente joven que le falta un poco de roce internacional, de competencia a un alto nivel y partidos oficiales”, comenta la delantera.

Uno de los sueños de Ana Lucía es que el fútbol femenino sea profesional en Guatemala y más competitivo, como ha sucedido en otros países. “Ya se está normalizando que muchas niñas quieran jugar y las apoyan desde la casa, colegio o universidad. Debe ser una visión de país para salir adelante”, reconoce la seleccionada, quien actualmente estudia un posgrado de Gestión Deportiva en Johan Cruyff Institute, de Barcelona.

La seleccionada guatemalteca se ha convertido en una de las 100 Mujeres Poderosas, según la revista Forbes, y por ello su presencia en la selección de su país es clave por su experiencia, así como lo que logra aportar y transmitir a sus compañeras.

“Poder jugar en el extranjero y destacar para llevar un mensaje a todas esas niñas que sueñan con ser futbolistas es un orgullo, más que me vean como líder y me hace recordar a mi mamá porque ella fue una mujer ejemplar, por eso es importante utilizar mi carrera como ejemplo por todos los valores que me inculcó”, confiesa la jugadora, quien también posee un máster en Economía, Finanzas y Computación de la Universidad de Huelva.

Con el recuerdo y ejemplo de Miriam, su mamá, Ana Lucía volverá a salir al césped con el 20 en la espalda, el número que porta con orgullo como homenaje a su progenitora, pues nació un 20 de septiembre y eso la hace sentir siempre cerca de su mayor orgullo.

Su Madre, su inspiración

“Que nada te frene a pesar de los obstáculos. Ve por lo que quieres…”, es uno de los mensajes que le decía su mamá a Ana Lucía Martínez Maldonado, la futbolista guatemalteca más experimentada y ejemplo a seguir por las niñas y jóvenes que sueñan con destacar y jugar en el extranjero.

Ana Lucía creció en una familia luchadora y comprometida con ser un ejemplo para los demás. Lo lleva en su sangre y cada vez que sale al terreno de juego recuerda lo que le enseñó su mamá, Miriam Maldonado Batres (q.e.p.d.) Ella era una profesional destacada que luchó por las mujeres, fue Directora del Instituto Universitario de la Mujer de la Universidad de San Carlos de Guatemala, profesora e investigadora de Trabajo Social y Máster en Igualdad y Equidad, entre muchos otros títulos universitarios.

La futbolista guatemalteca creció observando a su madre pelear por los derechos de las mujeres y mientras la pequeña jugaba fútbol con sus primos, también estudiaba hasta graduarse de ingeniera química. Hace siete años dejó su casa para convertirse en legionaria, una meta que la ha llevado a vivir en siete distintas ciudades en tres países.

Con 24 años jugó en el extranjero por primera vez. Lo hizo con el Houston Dash, Estados Unidos, en el 2014, y luego viajó a España, en donde ha militado para los equipos., Dinamo de Guadalajara, Rayo Vallecano, Sporting de Huelva y el Madrid CFF. Desde el 2020, vive en Italia y ha militado para el Nápoli Femminile, Roma CF y ahora comenzó una nueva temporada con el UC Sampdoria de Génova y en la primera jornada anotó y asistió para el primer triunfo del campeonato femenino.


Ana Lucía Martínez en acción con el Nápoles de Italia (Fotos Facebook Ana Lucía Martínez) 

Su crecimiento

Con su liderazgo y perseverancia, Ana Lucía se ha convertido en la jugadora referente de la selección de Guatemala que busca que crezca el fútbol en su país. Reconoce que ahora, a sus 31 años, es una futbolista más madura y que disfruta cada día lo que vive.

Ha aprendido de cada una de las culturas de los tres países en los que ha jugado, no solo ha crecido futbolísticamente, sino también como persona. La etapa en la que le costaba adaptarse o conversar con sus compañeras quedó atrás, pues ahora le es más sencillo integrarse a su nuevo club.

Ahora se puede comunicar en español, inglés e italiano. Saber el idioma considera que es fundamental para poder entenderse mejor con sus entrenadores y compañeras. Se ha vuelto una aficionada de la comida italiana, se enamoró de la Ciudad Eterna y confiesa que sus ciudadanos son muy cálidos. También se ha adaptado al clima, pues nunca había estado a temperaturas bajas como -1 grado.

Recuerda que uno de los partidos más duros por las inclemencias del clima que le ha tocado vivir fue con el Madrid CFF frente al Barcelona femenino, pues llovía mucho y el frío era intenso, pero ahora en su época en Italia ha estado cerca del mar, como ahora en Génova.

Así como ella ha crecido futbolísticamente considera que así ha sido todo en el fútbol femenino, pues ahora puede observar más niñas deseando jugar y querer dedicarse al deporte.

“Soy una persona muy afortunada. Estoy dedicada a aprovechar, disfrutar y vivir todo lo que venga. La ilusión siempre es la misma como en todo comienzo”, dice la nueva delantera de la Sampdoria, quien dice que físicamente se encuentra muy bien y que ha aprendido a cuidarse no solo adentro del campo, sino fuera también.


Ana Lucía Martínez a la derecha, quiere transmitir toda la experiencia que ha adquirido jugando en el extranjero a las nuevas generaciones. 

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