CIUDAD PANAMÁ, Panamá. - Después de haber debutado en la Copa Mundial de Rusia 2018, la selección de Panamá está en camino de lograr una segunda participación consecutiva en Qatar 2022 y ese es el sueño del entrenador Thomas Christiansen.
Desde su presentación el 22 de julio 2020 el entrenador ya tiene en su haber 20 partidos con 10 triunfos 4 empates y seis derrotas, una de ellas contra su próximo rival, la selección de Honduras en la Copa Oro Concacaf 2021.
La agenda de Panamá en la doble fecha de noviembre de las clasificatorias de Concacaf al Mundial de Qatar 2022 son Honduras en San Pedro Sula y El Salvador en Ciudad Panamá, dos partidos que, de lograr buenos resultados, acercarían más al anhelado sueño del poliglota entrenador de los panameños de nacionalidad danesa-española.
Thomas Christiansen en conferencia de prensa en la Copa Oro Concacaf 2021 donde Panamá finalizó en tercer lugar del Grupo D con cuatro puntos.
De representante a entrenador
Las buenas relaciones que había logrado al jugar en España, Dinamarca y Alemania le permitían a Christiansen poder dedicarse a representar jugadores. Sin embargo, eso duró poco tiempo porque recibió la llamada de Óscar García, exjugador del FC Barcelona, quien lo invitó a que sacaran el título de entrenador. Ahí cambiaría todo.
Aunque comenzó como asistente de Víctor Muñoz en Suiza y con Luis Milla, en Emiratos Árabes con el Al Jazira Club, después se encargó de la Asociación de futbolistas españoles. El primer equipo al que dirigió fue al AEK Larnaca FC de Chipre con el que hizo historia al llegar a dos finales consecutivas (subcampeón) además de participar en la Europa League.
Luego se le presentó la oportunidad de dirigir al Apoel, en el 2016, con el que tuvo dos temporadas importantes. Uno de los momentos que más recuerda el estratega es el haber eliminado al Rosenborg BK, en la tercera ronda, así como al Athletic de la Liga de Campeones de la Uefa. Un año después salió campeón.
Después se uniría al Leeds United pero los resultados no le acompañaron y quedó al margen para firmar con el B’s Royale Union Saint-Gilloise, de Bélgica, que lo contrató, pero poco tiempo después cuando apareció el Covid-19, ya no pudo continuar.
La Copa Oro Concacaf 2021 fue su debut internacional con Panamá y solamente pudo ganar un partido a Granada en las eliminatorias suma 8 puntos y está en zona de repechaje para llegar a Qatar con 8 puntos.
Vuelve a Panamá
La oportunidad de dirigir a una Selección llegó con el ofrecimiento de estar al mando de Panamá. El entrenador danés confesó que lo ilusionó mucho el reto, y aunque al comienzo fue duro porque tenía a muchas personas en contra de su nombramiento. Siguió adelante.
“Ha sido difícil, principalmente al comienzo porque tenía muchas cosas en contra. Lo primero fue conocer mejor a sus jugadores, entenderlos para hacer un análisis, pues tenía futbolistas en la liga local, además de los que están en el extranjero”, explicó el entrenador, quien confiesa que han tenido que cambiar un poco los hábitos de los futbolistas.
Uno de los aspectos más complicados que ha encontrado, según Christiansen es la situación social de los panameños, y del lado futbolístico es sumar puntos en los partidos de visita.
“Todo ha sido complicado, pero muy bonito. Tendremos ahora unos partidos (Honduras y El Salvador) muy importantes, aunque no definitivos. Lo importante será conseguir la mayor cantidad de puntos”, aseguró.
Aunque ahora su prioridad es pensar en la clasificatoria a la Copa del Mundo, el poco tiempo libre que tiene lo aprovecha para compartir con su esposa Nuria, quien al igual que su mamá, es española y con la que lleva 27 años juntos.
“Es mi gran apoyo en todo lo que he cosechado. Siempre ha estado a mi lado”, confiesa Christiansen, quien no se ha logrado sentir completo en Panamá, pues sus dos hijos están lejos, Alejandra está en la universidad, y Hugo terminando la secundaria en Barcelona. “Los extraño mucho”, dice con un tono lleno de nostalgia.
El estratega quien habla cuatro idiomas (danés, inglés, alemán y español), está acumulado conocimiento de una nueva cultura a la que se ha empezado a adaptar para poder transmitir de la mejor manera sus conocimientos a los futbolistas panameños, quienes al igual que él, están ilusionados por acercarse en cada vez más a Qatar. Christiansen mientras tanto, sigue estudiando y analizando a sus jugadores y al rival, porque el fútbol es la parte esencial de su vida.
Su vida personal
En la pequeña ciudad de Hadsund, con unos cinco mil habitantes, a ocho kilómetros de Copenhague, Dinamarca dio sus primeros pasos Thomas Christiansen Tarín.
El destino a veces es impredecible y en el fútbol aún más. Es como el balón que te puede llevar de un rincón a otro y regresarte a donde todo comenzó. Cuando Thomas tenía 2 años la familia dejó Dinamarca para vivir en Panamá, pues el trabajo de ingeniero de su padre, así lo requería. Ahora, 45 años más tarde volvió a la tierra del canal, ahora ya no juega con los trocitos para bebé, dirige a una de las selecciones clasificadas a la fase final de la Concacaf que trabaja con estar en la Copa del Mundo.
Christiansen vivió su juventud en Copenhague junto a sus dos hermanos y padres. En una familia que disfrutaba del deporte y de la tranquilidad en Europa. Además de comenzar a jugar fútbol a los 5 años también se inclinaba por el bádminton, un deporte muy popular. Y aunque él eligió el balón, disfrutó por mucho tiempo rematar los gallitos en la duela.
A los 18 años, le llegó una oportunidad importante. Tendría un partido de prueba con el equipo del FC Barcelona B. Así, que, aunque tenía la opción de fichar con el Copenhague FC, optó por ir a España, el país de nacimiento de su madre.
Ese día Christiansen estaría en un partido de homenaje a Pep Guardiola en Sampedor, Barcelona. Fue así como el chico de doble nacionalidad danesa y española anota el primer gol de los siete que marcó el club. Días después lo llamaron para decirle que contaban con él y firmó por cuatro años.
La carrera del estratega de Panamá comenzaba a darle los frutos esperados. Debutó con el equipo catalán y fue llamado a la Selección Sub-21 y absoluta de España, pero todo cambió; se fue cedido al Sporting de Gijón, en donde estuvo lesionado algún tiempo y comenzó a tener poca participación. Después pasó por otros equipos como el Osasuna, Racing de Santander, Real Oviedo, Villarreal, hasta pasar por clubes de Dinamarca.