HOUSTON, Texas – La campaña de México en la Copa Oro 2019 de la Concacaf ha tenido una buena cantidad de destellos, pero las cosas se fueron a otro nivel el domingo pasado en la victoria por 3-2 sobre Martinica.
El delantero Uriel Antuna abrió el marcador para México con un gol en los últimos minutos del primer tiempo y luego celebró con una pirueta en el aire hacia atrás. Más tarde en el partido, Fernando Navarro convirtió el tercer tanto para México y festejó de la misma manera.
El recuerdo le genera una sonrisa al jugador de 21 años Antuna, quien aclara que no hubo coordinación con Navarro por sus destrezas acrobáticas.
“Lo venía pensando, de hecho les había dicho a algunos de mis compañeros que la próxima vez que convirtiera, festejaría de esa manera”, dijo Antuna en una entrevista exclusiva con Concacaf.com. “Que Fernando lo haya hecho fue pura coincidencia, no tenía idea que pensaba hacerlo, por lo que no fue algo planeado entre nosotros”.
Afortunadamente para Antuna y Navarro, sus festejos no fastidiaron al entrenador Gerardo Martino.
“¡No lo creo! Algunos compañeros me dijeron que no lo hiciera porque no querían más lesionados en el plantel. Es un festejo, nada más, y salió bien”, dijo Antuna.
La exuberancia juvenil con la que Antuna celebra sus goles es un fiel reflejo de su estilo de juego, y con cuatro goles en tres partidos de Copa Oro, incluyendo un triplete en el debut, los fanáticos de México esperan que las sonrisas que genera Antuna continúen.
“Estoy feliz, me siento confiado. El equipo está comprometido, muy enfocado en lo que quiere hacer. En nuestras cabezas, queremos ser campeones sin importar nada. Lo he dicho algunas veces que todo vino gracias a la confianza que nos da el entrenador. Me he estado preparando para estos momentos”, dijo Antuna.
Eso no quiere decir que Antuna no haya tenido adversidades, pero habiendo sido parte importante de los 13 goles convertidos en la fase de grupos, la tercera marca más alta en la historia de México en Copa Oro, el delantero puede mirar hacia los momentos difíciles del pasado con perspectiva.
“Esto es gracias al sacrificio y la fe que he tenido y en la que he trabajado. No todo fue color de rosas. Tuve mis momentos difíciles y pude superarlos, pero por suerte ahora estoy aquí, ayudando a mi equipo”, dijo Antuna.
Al lograr su primera fase de grupos con puntaje perfecto desde la campaña de 2011 y haciéndolo con un estilo tan efectivo para marcar goles, México está jugando su mejor fútbol, y Antuna cree que es fruto de la gran química que se ha formado en el equipo.
“Este es un equipo muy sano, los jugadores más experimentados no se ven como superiores o peores a los jóvenes. Todos se llevan bien y es algo por lo que estoy agradecido. Cuando es momento de jugar, jugamos y estamos concentrados. Todo apuntamos al mismo objetivo. Esto es un equipo y estamos unidos para cumplir el objetivo de ser campeones”, concluyó Antuna.
