Karen Díaz Medina: Arbitrar te enamora del juego
En el inicio de las semifinales de la Liga Concacaf Scotiabank 2020 esta semana, la Árbitro Asistente Karen Díaz Medina no puede contener su emoción mientras prepara su viaje a Costa Rica para oficiar uno de los partidos. En el 2019, se convirtió en la primera mujer árbitro en oficiar en el partido de vuelta de la final de la Liga MX Guard1anes 2020 entre Pumas y León. Karen fue certificada como árbitro asistente de la FIFA en 2018 y participó en múltiples torneos de Concacaf, incluido el Campeonato Femenino Sub-17 en Managua, Nicaragua, la Liga Concacaf Scotiabank y el Campeonato Masculino Sub-20 en Brandenton Florida. También formó parte del equipo de árbitros en la Clasificación Olímpica Femenina 2020 en Houston, Texas.
Nacida en Aguascalientes, México, Karen habla sobre su pasión por el juego, sus sueños y cómo los programas de la Confederación están contribuyendo al desarrollo de su carrera.
¿Cómo empezó su carrera arbitral?
Un día, mientras trabajaba en una cafetería de un Little Sports Center, el árbitro designado no llegó al partido. El administrador de la liga me preguntó si quería arbitrar el partido y le dije que sí. Me gustó y disfruté la experiencia, me pagaron por hacer algo que disfrutaba mucho. A partir de ese momento me asignaron más juegos cada semana y con el dinero ganado pude pagar la universidad.
¿Por qué te apasiona el arbitraje?
Primero que nada, porque amo el fútbol. Esta es una profesión que cada día te enamora más ya que cada día puedes afrontar un nuevo desafío. Es una experiencia fantástica que involucra todos tus sentidos en cada juego.
¿Cuáles son sus expectativas para la Liga Concacaf Scotiabank?
En primer lugar, representar de la mejor manera a las árbitras. En segundo lugar, agradezco a todos y cada uno de los que confían en mi trabajo, al mismo tiempo que obtienen buenos resultados en el campo y mediante la bendición de Dios.
¿Cómo ha seguido preparándose para arbitrar durante Covid-19?
Al comienzo de la pandemia, la ayuda y orientación de mi preparador fisico fue esencial. Afrontó el desafío de la mejor manera posible proporcionando capacitación en línea, orientación diaria y revisiones. Además, Concacaf me pidió participar en el programa de Ciencias del Deporte, que ofrece entrenamiento personalizado en casa. A través del programa, cubrí todas mis necesidades como árbitro asistente y pude hacer los entrenamientos en casa o en áreas aisladas. En el ámbito técnico, la Comisión de Arbitraje Mexicana y la Concacaf me han ayudado en mi preparación con cursos semanales y análisis de videos.
¿Cómo le ha ayudado Concacaf a desarrollar su carrera?
Enseñándome que puedo dar más de lo que puedo imaginar, con preparación y actualización constante. El programa de Ciencias del Deporte ha sido una gran herramienta para mejorar mi rendimiento físico en el campo. Además, Concacaf me ha permitido conocer gente maravillosa más allá de las fronteras.
¿Cómo inspiraría a más niñas y mujeres a convertirse en árbitros?
Estoy completamente segura de que la mejor manera es seguir trabajando duro, día a día, para conquistar tus sueños y demostrarles que los sueños se hacen realidad si te esfuerzas y amas lo que haces.
¿Existe alguna característica o componente que pueda recomendar a nuestras jóvenes hembras que les haya llevado al éxito?
Date el máximo en cada juego, en cada entrenamiento, en cada aula. Además, estando abierto a las críticas y consejos de quienes te rodean y nunca te comparas con nadie más, cada mujer es única, cada árbitro tiene características únicas que la hacen especial. Confía en que tu camino siempre será diferente al de los demás porque hay momentos que tendrás que vivir para aprender de ellos.
¿Qué disfrutas durante tu tiempo libre?
Disfruto pasar tiempo con mi sobrina, verla crecer y disfrutar intensamente de su vida. También me encanta ver series y encontrarme con mis mejores amigos para una charla divertida.
¿Cuál es tu mayor sueño como árbitro?
Mi mayor sueño como árbitro es disfrutar de todos y cada uno de los partidos, dando el máximo esfuerzo a la hora de entrenar, presentar pruebas o arbitrar un partido. Además, poder tener un impacto positivo en mis colegas, aquellos con quienes tengo la bendición de trabajar y compartir algún tiempo.